Para Evocar a Celia Sánchez Manduley

Cuentan que una mariposa descendió de las montañas. Tan atractiva en su
Belleza, que dicen los que la conocieron, se prendaron de la flor y que un Enero se transformó en paloma para posarse en el hombro del recio Comandante.
Su nombre que se hizo peremne en los humildes, anduvo con los pobres de la tierra
Y compartió con ellos el caudal infinito de todas sus ternuras. Ellos la llamaban Celia Sánchez Manduley.
Nadie se alejó de su lado sin una mirada buena, sin una palabra generosa, sin su ayuda, dimensionada en el reclamo que la necesidad tuviera.
Ella estaba en el combate junto a Fidel, y se prodigaba maternal y compañera con cada rebelde de verde olivo, y aún le sobraba el tiempo prodigioso para sentarse en la
Esquinita de su silla a escuchar las tristezas, que los más sufridos le llevaban.
Así la vió su pueblo cada día, pródiga en bondades y también orgullosa y temeraria, hecha de la ancestral savia de Mariana Grajales para andar sin desfallecer por los caminos.
Frágil? No lo se, era tan buena, tan sencilla y frutal que se adueñaba de todos los amores con su figura menuda y legendaria.
Pero...No, era muy fuerte, increíblemente trabajada en el recio metal con que se forjan los Héroes de la Patria.Hoy cuando vuelvo a repetir que Celia Sánchez se quedó en la alborada me detendre a tocarla con mis ojos en su humana distancia, asi tambiçen se hará girasol en nuestros sueños, en cada conquista revolucionaria, en los profundos sonidos de la noche, en la lluvia que hace espi